miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Quién ayuda a quién?


¿Quién ayuda a quien?

Para muchos hombres la respuesta correcta es que las mujeres están para ayudar al hombre en todo tipo de labores domésticas y actividades relacionadas con el cuidado y la educación de los hijos.

En su defensa, una feminista argumentaría que ambos sexos tienen iguales responsabilidades con respecto a cada quien. En función que tanto hombre y mujer pueden realizar las mismas tareas de cualquier tipo.

Sin embargo, aceptar la igualdad como lo plantean las feministas, sería negar la evidente diferencia física y emocional que existe entre los sexos, dejándonos una vez más con el cuestionamiento: ¿Quién ayuda a quien?

Esta ayuda no está ligada al concepto que a quien le toca hacer que actividad sino a la esencia del lugar que ocupa la mujer en la sociedad.

Mujer, que siendo hija, hermana, amiga, novia, esposa y madre; muchas veces confunde y menosprecia su verdadero valor. Valor que procede de una dignidad ontológica igual a la del hombre. Valor que le ha sido concedida de manera especial por Dios “Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer” (Gálatas 4, 4-7)

Aunque hemos sido creadas para la ayuda del hombre, “Dijo además Jehová Dios: "No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea."(Gn. 2, 18), no significa que tenemos un lugar inferior en la sociedad, por el contrario hemos recibido la vocación de servir, de darse a los demás. De entregar por amor nuestra ayuda a los demás.

Mujer, jamás podrás negar tu identidad… por el contrario conoce tu esencia y se congruente con ella. Hombre, valora y respeta la “ayuda idónea” (Gn. 2,18) que Dios en su infinita sabiduría te ha dado, proporciona los medios para que ambos crezcan y jamás olvides que “Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva” (Gálatas 4, 4-7)


Elisa K

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero Jehová no es el mismo q Yahvé?

Anónimo dijo...

mmm.. suena muy interesante como nos encontramos con gente que cree que las mujeres somos menos que los hombres y que por eso debemos servirlos a ellos exclusivamente.. qué tendrán en la cabeza para poder pensar eso!?
todas las personas: hombres, mujeres, niños, niñas... pueden mirar, tocar, sentir, admirar... el amor de Dios a través de toda su creación, es impresionantemente justa la manera en la que Dios creó las cosas! de una manera en la que ambos sexos tenemos privilegios diferentes pero con la misma importancia... a los hombres les da el privilegio de poder ser papas, que es una muestra grandísima del amor de Dios; y la mujer tiene el privilegio de poder sentir de cerca el amor de Dios a través de tener en su vientre a la creación de Dios más bella (por ser creada a su imagen y semejanza) e interesante (porque todo lo demás fue creado para ella),lo que pretendo con esto es hacer notar como un privilegio tan grande lo podemos menospreciar y al grado egoísta de matarlo...
interesante como hay gente que piensa que las mujeres son poca cosa, no? .. y más interesante aún, como hay gente que piensa que un bebé vale tan poco que ni siquiera tiene derecho a admirar todo lo que Dios creó para él.
ahora... quien ayuda a quien!? para mí, cada sexo tiene sus propias cualidades y creo que son complementarias, si fueramos iguales nos estancaríamos y el sentido de la vida es progresar y hacer progresar. una mujer no puede complementar a otra porque su naturaleza no está hecha para eso, el mismo caso con hombres.
polos opuestos se atraen.. porque se complementan